Los fondos de inversión de renta variable, como su propio nombre indica, son aquellos en los que se invierte una parte o la totalidad del patrimonio —siempre debe ser superior al 75%— en activos financieros de renta variable. Ahora bien, ¿qué son los activos de renta variable?
Se trata de instrumentos financieros que no tienen un rendimiento fijo, es decir, que pueden variar con el paso del tiempo y que dependen en buena medida de los factores externos. Un ejemplo pueden ser las acciones de las empresas, pero también los fondos de inversión, los bonos o las divisas.
Las bolsas de todos los países y los mercados financieros están sujetos a cambios y a oscilaciones. Las circunstancias políticas, económicas o sociales de un país influyen enormemente en las subidas y bajadas del mercado bursátil. Además, son muy sensibles a los cambios, lo que puede ser positivo o negativo para los inversores, en función del momento en el que se encuentren.
Ahora bien, debes saber que los fondos de renta variable están recomendados para inversiones a largo plazo, normalmente superiores a tres años. La renta variable es el único activo que puede batir a la inflación, por lo que invertir en uno de estos fondos a corto o medio plazo podría no generar beneficios por la volatilidad de los mercados.

Ventajas de los fondos de renta variable
Invertir en activos de renta fija o variable puede generar beneficios o pérdidas, por lo que resulta muy importante saber leer la situación externa y conocer las pretensiones de los inversores.
Es cierto que en los Fondos de inversión de renta variable siempre hay un riesgo mayor, pero también la rentabilidad suele ser más elevada. La incertidumbre durante el tiempo que se prolongue la inversión se suele compensar después con mayores beneficios que en el caso de las inversiones a renta fija.
Ofrecen muchas más ventajas para los inversores, pues este tipo de fondos no requieren ningún tipo de permanencia ni están sujetas a plazos o vencimientos. Aunque se recomienda que la inversión se haga con perspectiva de futuro, es posible recuperar la inversión en cualquier momento para obtener liquidez.
Tampoco es necesario comenzar con un capital mínimo, pues cada persona puede elegir la cantidad que desea invertir, algo que da mucha confianza a las personas que son completamente ajenas a este sector.
La correlación entre la renta variable y el crecimiento de un país es evidente, motivo por el que los expertos recomiendan realizar inversiones a largo plazo. Se trata del único fondo que es capaz de reducir, e incluso minimizar en la mayoría de los casos, las consecuencias de la subida de los precios.
Si piensas que este tipo de inversión es para ti, debes pensar en largos periodos de tiempo. Además, es altamente recomendable elegir activos globales, es decir, que no pertenezcan exclusivamente a una bolsa o a un sector, lo que permitirá tener un horizonte mucho más amplio y una mayor diversificación. Igual que también es mucho más rentable realizar aportaciones periódicas —tienes libertad para establecer los plazos— en lugar de inversiones puntuales.
Pero lo más importante es que te dejes asesorar por profesionales. En Abaco-Capital analizamos tu situación, tus intereses y te ayudamos a seleccionar cuáles son los Fondos de inversión de renta variable que más te convienen.